lunes, 20 de mayo de 2013

Siglo XX: El Posvanguardismo y las corrientes posvanguardistas.


El Posvanguardismo

A partir de 1950, nuevos nombres comienzan a destacar dentro del panorama literario. En América, en primer lugar, poetas nacidos en una zona ubicada temporalmente en 1915 y 1930. Provisionalmente han recibido el nombre de posvanguardistas, porque han asimilado y aprendido el lenguaje de ruptura que aportaron los grandes nombres de Vanguardia. 

También se los han designado como universalistas, porque a la maduración de una toma de conciencia social de lo latinoamericano han sumado una actitud crítica frente a la mentalidad contemporánea en su máxima amplitud espacial y temporal. 

La poesía posvanguardista


La poesía hispanoamericana actual se caracteriza por su asimilación a las búsquedas del vanguardismo y por su proyección sobre la realidad inmediata. Después de 1950 desaparece la preocupación por afiliarse a "ismos" determinados o por copiar modelos europeos, desterrando lo que denominó poesía pura por otra de tipo social que refleja la madurez de una conciencia de contenidos americanos. Algunos autores aportan una visión anti-solemne, anti-intelectual e irónica de la realidad. Otros, componen grandes "collages" a través de un discurso dislocado.

La mayoría de los poetas de hoy ofrece testimonios de un estilo coloquial cotidiano, que no es, sin embargo, meramente documental o realista. Ese lenguaje coloquial atraviesa el poema y destruye la sintaxis y el orden temático, equiparando la función de la poesía a la de la narrativa en cuanto  es testimonio y crítica de la realidad. Esto no quiere decir que esa poesía sea "panfletaria" o "de protesta". La nueva poesía,  como la narrativa, supera el modelo de la literatura comprometida y compromete al lector en función del uso del poder de la imaginación en un lenguaje libre.

La toma de conciencia de los escritores latinoamericanos de que pertenecen a una realidad continental les ha permitido adueñarse de los elementos culturales contemporáneos en su totalidad y enriquecer la poesía con su aporte de múltiples significaciones.

La poesía posvanguardista puede ser caracterizada desde tres planos diferentes:

La estructura del poema: Responde a lo que se define como "obra abierta", es decir formas poéticas que encierran significados diversos que el lector debe interpretar en su significación particular.

El lenguaje poético: No se basa sólo en la utilización de imágenes y metáforas, sino en el "collage" de escrituras diversas. Por ello el vocabulario admite la inclusión de imágenes conectadas con realidades de todos los tiempos, sin exclusión de las que pertenecen al mundo contemporáneo. Lo poético y lo prosaico se introducen ahora en el lenguaje coloquial y forman un todo armónico.

La temática: El punto de partida es la realidad, de la cual la nueva poesía incorpora gran cantidad de información histórica, social, política y crítica, transformándola y exhibiéndola como testimonio o denuncia mediante el humor, la ironía y la síntesis poética

La nueva narrativa hispanoamericana


El Realismo Mágico 

Es un término acuñado por Franz Roh en 1925, refiriéndose a un movimiento pictórico alemán. Trata de capturar la esencia de la realidad a base de una coexistencia entre realismo y magia. En términos simples, es una especie de realismo con distintos procedimientos narrativos que dotan de una dimensión trascendente o irreal a una narración de hechos cotidianos o triviales.

Representa la coexistencia y coincidencia de dos mundos: el real y el mágico. El acontecimiento mágico no irrumpe precisamente en el discurso realista, sino que corre paralelo a él. El hecho fantástico produce la duda en el lector; el hecho mágico produce un efecto de "encantamiento". La causalidad del discurso es discontinua, permitiendo la unión de elementos distantes.

El boom latinoamericano, la nueva narrativa

Se le llama de esta manera a la obra de una serie de escritores (novelistas) específicos, pertenecientes a distintas generaciones literarias, pero que escriben a partir de los años sesenta, la difusión de cuyas obras es extraordinaria y trae como consecuencia que la literatura hispanoamericana sea leída con profusión en todo el mundo.

Los escritores del boom hispanoamericano son: Julio Cortázar, José Donoso, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa. A estos autores se les agrupa y reconoce como los "nuevos narradores", aunque sus preocupaciones y sus preferencias literarias son diversas.

El término 'boom hispanoamericano' designa la dimensión comercial de una literatura que se produce por miembros de tres generaciones literarias en Hispanoamérica y alcanza en difusión hasta los más escondidos rincones del mundo. 

TÉRMINOS INDISPENSABLES

Lo Real 

Reproduce el universo de lo cotidiano, conocido y comprensible, en el cual predominan las leyes espacio-temporales de causalidad y consecuencia.

Lo Maravilloso

Reproduce el universo de lo sobrenatural, el cual es un fruto de la convención y es aceptado por el lector sin ningún tipo de cuestionamientos. (los cuentos de hadas, por ejemplo). Expresan la infancia de lo imaginario en el hombre y tienen la posibilidad de representar un mundo cuyas creencias sociales difieren de las del hombre actual.


Lo Real Maravilloso 

El término lo debemos al escritor cubano Alejo Carpentier, en su obra El reino de este mundo, de 1949. En América lo maravilloso surge naturalmente de una iluminación inhabitual de las riquezas de la realidad. En otras palabras, no es sino una cuestión de perspectiva sobre una concreta realidad: la geografía, la historia y la idiosincrasia hispanoamericanas; es la mirada de un novelista esencialmente europeo de formación que describe una peculiar caracterización de América, destacando algún aspecto extraordinario o maravilloso de una realidad inexplorada. El escritor observa y selecciona materiales debidamente documentados.


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